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Capítulo 4

Madurez

Somos Glocales

Texto: Adriana Pous

'Glocal': «Piensa globalmente, actúa localmente»

En septiembre de 2019, se marca un verdadero hito en la historia de Dantzaz: el equipo de bailarines está constituido casi en su totalidad por personas (13 de 14) provenientes de nuestra Eurorregión Nueva Aquitania-Euskadi-Navarra. Aún es pronto para sacar conclusiones, pero pareciera que los esfuerzos realizados en estos casi 20 años agentes por las diferentes instituciones y implicados en la formación de bailarines en nuestra Eurorregión están dando sus frutos. Durante esta temporada, el equipo está compuesto por 14 bailarines y dos de ellos, además de participar como intérpretes, comienzan a trabajar en las áreas de mediación y producción. La mediación es una de nuestras señas de identidad desde nuestros comienzos y sigue siendo fundamental en un tiempo en el que la creación coreográfica necesita tender puentes para encontrarse con la comunidad. En cuanto a la producción, constatamos que nuestros bailarines, tras salir de Dantzaz, o bien trabajan de manera temporal en proyectos de producción y gira, o se embarcan en proyectos propios en colaboración con otros bailarines y coreógrafos; y las nociones de producción son básicas para ello.

Además, se utiliza en un apoyo extra que es bienvenido porque el equipo de base sigue formado por Fernando Sáenz de Ugarte y Adriana Pous. Desde 2016, además, contamos con el formidable trabajo de Bertha Bermúdez

[En], quien desempeña el papel de coordinadora de la Red Transfronteriza Atalak. Desarrolla varios proyectos en consonancia con la dirección e interviene en la redacción y coordinación de iniciativas relacionadas con la documentación y la mediación, tanto locales como internacionales.

Desde esta temporada, Iker Bengotxea se incorpora también al equipo en labores de administración general de Dantzaz, en relación estrecha con Emaús.

En enero 2020, se constata un robo en Dantzagunea y desaparecen dinero en metálico, ordenadores, amplificadores, cámaras de video, discos duros... Lamentablemente se pierde un material muy valioso, no sólo en cuanto a su valor económico, sino también su valor documental, que no recuperaremos nunca. Es el presagio de un año trágico: las artes escénicas se enfrentan a un reto crucial frente a la pandemia.

 

BAT[P]  y #56[P] , una historia en común

BAT , un programa mutante

Como resultado de una colaboración estrecha con el equipo del Centro de Danza de Zaragoza, se presenta en una ocasión especial el programa BAT  en ​​el Teatro Principal de la capital maña en el año 2018. El concepto de esta palabra, que significa el número uno en euskera, es apoyarse en los pilares que nos ayudan a seguir creciendo. Se recupera una pieza magistral del repertorio, Flash de Luxe, de Itzik Galili, y se exhibe el resultado de otras tres colaboraciones: El extraño, de John Gerena (intercambio bilateral con Quebec), The most ancient light, de Barnaby Booth (premio residencia en el Solo Festival de Teatro Tanz de Stuttgart) y Los esclavos felices, de Martin Harriague[T] (colaboración con la Joven Orquesta del País Vasco, EGO). Esta última coreografía se readapta al espacio escénico para ser representada sin orquesta en directo, aunque mantiene la grabación musical realizada por la EGO. Los esclavos felices, título de la obertura musical escrita por Juan Crisóstomo de Arriaga, el Mozart vasco, en 1819 a sus 13 años, tiene un perfume de ironía actual cuando reflexionamos sobre el tipo de sociedad en la que vivimos en el siglo XXI: somos esclavos de las pantallas y… ¿felices? Posteriormente Los esclavos felices perdurará dentro del programa BAT, que cambiará de repertorio con la inclusión de las piezas Hombre masa, de Vita Osojnik; Thirty, de Sade Mamedova; y Walls, de Martin Harriague. Estas cuatro obras girarán entre los años 2019 y 2022.

#56

El programa #56, que se estrena en febrero de 2020 en el Teatro Larreko de Senpere (Nueva Aquitania), subraya el número total de producciones que Dantzaz ha realizado hasta la fecha: 56. Para esta ocasión, Malandain Ballet Biarritz participa activamente en la organización del espectáculo, así como la compañía EliralE, residente del espacio cultural en esa localidad. Desde hace unos años, hemos restablecido una excelente complicidad con Malandain Ballet Biarritz, con el que compartimos proyectos en común como la Red Atalak, entre otros, y disponemos de un convenio de colaboración abierto y ambicioso.   

Retomando el sistema de las residencias bilaterales, colaboramos con Plesni Teater Ljubljana de Eslovenia, de donde llegan la coreógrafa Vita Osojnik y la compositora Maja Osojnik para crear Hombre masa con la colaboración de los intérpretes. El intercambio de residencias significa que Blanca Arrieta se prepara para trabajar con un grupo de bailarines en Liubliania. Al mismo tiempo, desde el Concurso Coreográfico Internacional de Hannover, a través de un premio de producción que Dantzaz ofrece en colaboración con el certamen, Adriana Pous ofrece la oportunidad a la joven rusa Sade Mamedova de producir su proyecto Thirty en residencia con Dantzaz, la que será su primera coreografía grupal.

Para completar el programa #56, la tercera pieza es producida desde la Red Atalak, que, completando su apuesta por fomentar la creación coreográfica con la oferta de laboratorios de investigación, ofrece su primera residencia de producción a Martin Harriague, actualmente con estatus de artista asociado al CCN Malandain Ballet Biarritz. De esta forma, crea Walls en el estudio de Dantzagunea y el alzado se realiza en el Centro Cultural Tafalla Kulturgunea a finales de 2019.

'Walls' recalca que estamos en un mundo con cada vez más muros

Esta pieza trata un tema de gran actualidad y es que su proceso de creación se inicia en el 30º aniversario de la caída del muro de Berlín, recalcando que estamos en un mundo con cada vez más muros. Esta tremenda realidad sirve para desarrollar una reflexión y una investigación muy interesantes, que nutren, desde el comienzo del proceso creativo, un material muy potente en relación a la mediación escolar a través del arte. Definitivamente, hay que seguir insistiendo en el sistema educativo.

El proyecto de mediación en Educación Secundaria que se desarrolla dentro de la Red Atalak en los tres centros educativos Estitxu Robles Kolegioa en Bayonne (Nueva Aquitania), IES Alaitz en Barañáin (Navarra) y Urkide Ikastetxea (Vitoria-Gasteiz) termina el día que comienza el confinamiento domiciliario.

El confinamiento aborta también la presentación de Guri Dagokiguna prevista inicialmente para el 18 de marzo de 2020 en el auditorio Niessen de Errenteria. Se trata de un trabajo de la canadiense Suzanne Miller basado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la invención de un abecedario gestual, con una banda sonora compuesta por Allan Paivio, ambos llegados gracias al convenio de colaboración firmado por Dantzaz con el Consejo de Artes y de Letras de Quebec, Tabakalera, el Instituto Etxepare y la Diputación Foral de Gipuzkoa (Dantzagunea).

Los bailarines de este período son Araitz Lasa, Alicia Cayrou, Elene Carreto, Pauline Bonnat, Julia Ugarte, Saioa Belarra, Marina Esquisabel, Aitor Jiménez, Xian Martínez, Diego Urdangarín, Beñat Urrutia[En], Iker Sanz, Julen R. Flores y Oier Abrego.

A la mayoría de ellos, por ser un año dramáticamente especial, se les prolonga la oportunidad de seguir en Dantzaz una temporada más. Algunos apuestan por formarse en un conservatorio superior, otros se dedican a la enseñanza y desarrollan sus propios proyectos y otros integran compañías como Ballet Contemporani de Catalunya, So.K, Bilaka y EliralE.

 

Boomiez: acompañando las carreras de los bailarines

Como boomerangs (Boomiez) resultan ser los bailarines de orígenes diversos que impulsamos al mercado de trabajo y que, sin embargo, continúan en contacto con nosotros. Los Boomiez retoman el entrenamiento cotidiano -las clases de Dantzaz son abiertas y gratuitas para profesionales desde nuestros comienzos- y los contactos con nosotros cuando sus proyectos han terminado y se encuentran en períodos de stand by.

Surgen las ganas de apoyar y dinamizar el sector laboral, reforzando a los 'Boomiez'

Es el nuevo sistema laboral en el sector de la danza y la situación en Europa refleja la inestabilidad y la precariedad de esta profesión. Aunque en ciertos países se mantiene el sistema en el que cada ciudad tiene su propio teatro-productor con sus cuerpos estables de músicos, coros, teatro y danza, constatamos la desaparición de muchas compañías estables públicas y privadas, lo que hace que cada vez existan menos contratos de larga duración. La mayoría de las compañías funcionan por proyectos y a través de residencias, lo que hace tremendamente nómadas a los bailarines. En las audiciones conviven los bailarines experimentados, salidos de las compañías que han tenido que cerrar, con los jóvenes bailarines en busca de primeras oportunidades.

Como sucede en otros sectores, cada vez se exige mayor experiencia, lo que hace más difícil aún el acceso al mercado laboral para los jóvenes y, a veces, dicho acceso se da con ofertas poco dignas. En el caso del Estado español, la protección laboral a los artistas no está, aún, debidamente reglamentada y estructurada, cuestión que queda trágicamente probada en plena pandemia. Nuestras titulaciones artísticas siguen sin estar reconocidas y los servicios de empleo no nos recogen en sus bases de datos, puesto que normalmente no acudimos a ellos para encontrar trabajo. Así, el abanico de diversidad de contrataciones va desde el autoempleo en epígrafes y estructuras jurídicas variadas hasta contratos laborales cotizando en régimen especial de artistas o contratos laborales en régimen general.

Cuando los diversos gobiernos (locales, autonómicos, central) intentan diseñar ayudas para los profesionales de las artes escénicas, en medio de la pandemia, topan de bruces con esta reglamentación poco ajustada a la realidad del sector, y las ayudas destinadas quedan en gran parte sin poder ser debidamente gestionadas.

Las audiciones, es decir, las vías de entrada para una oportunidad laboral, a veces se camuflan bajo la forma de workshops/master classes, en las que los bailarines deben pagar para participar. En muchos casos, no hay garantía siquiera de que vaya a haber un contrato, y a los gastos de matrícula se deben añadir los de estadía y transporte. Conscientes de esta nueva situación, surgen desde Dantzaz las ganas de apoyar y dinamizar, a nuestro nivel y en la medida de lo posible, el sector laboral, reforzando a los Boomiez.

Ese estatus interno, llamado Boomiez, ofrece unos contratos profesionales a corto plazo, en los que se les permite seguir con sus carreras como bailarines y mantener el contacto con el ecosistema de Dantzaz y de Dantzagunea. Además, nos ayuda a poder gestionar el calendario de Dantzaz, que a veces acumula compromisos y giras. Esta nueva estrategia aporta nuevas vivencias a todos, ya que los Boomiez vuelven con nuevas y frescas experiencias desde el exterior, y es algo que transmiten, asientan e intercambian con los bailarines de Dantzaz y de MugiZ: desde nociones artísticas, novedades sobre audiciones, nuevos proyectos... No hay que olvidar que en los ensayos de Dantzaz, además, conviven algunos audicionantes (se reciben unas 100 candidaturas por temporada sin realizar llamadas específicas de audiciones públicas) que se postulan para entrar en Dantzaz. Toda esta experiencia y estas ganas, unidas en nuestro estudio de danza de Dantzagunea, forman un caldo de cultivo excepcional para los proyectos de Dantzaz, y también, para el desarrollo de los laboratorios Atalak.         

Eurorregión, un territorio que danza y se mueve

Texto: Adriana Pous

El concepto clave de 'Atalak' es la investigación y el laboratorio

Atalak: todo un proyecto, toda una red

Atalak comienza como un modesto proyecto interno dentro de Dantzaz, que ha ido evolucionando hasta convertirse en toda una Red Transfronteriza de apoyo a la creación coreográfica. Desde sus comienzos en colaboración con Donostia Kultura en 2008, con el nombre de Dantza-Klub, ha ido pasando por diversas fases de desarrollo y esperamos que siga creciendo tan fantásticamente como lo está haciendo gracias a sus socios y colaboradores actuales, y los que están por venir.

En un primer período, se da la oportunidad a los bailarines de Dantzaz de desarrollar sus propias piezas / laboratorios con sus compañeros en el estudio de danza para, posteriormente, ser presentado en la Sala Club del Teatro Victoria Eugenia junto con piezas de coreógrafos locales. En 2013 pasamos a una segunda fase en la que se invita a creadores locales -siempre entendiendo la Eurorregión como nuestro espacio natural- a trabajar durante una semana con el grupo de bailarines y, tras ello, mostrar al público el trabajo realizado. El concepto clave es la investigación y el laboratorio, sin pretender generar una pieza cerrada, aunque cada coreógrafo desarrolla esta oportunidad de residencia de forma distinta y personal.

Así, en la temporada 2013-2014 se proponen las primeras cuatro residencias Atalak a Asier Zabaleta, Igor Calonge, Jon Maya e Iker Arrue, los principales artistas que ya poseen una trayectoria como coreógrafos y que trabajan normalmente en Dantzagunea. Las muestras continúan realizándose en la Sala Club del Teatro Victoria Eugenia. Para completar el programa, presentamos las piezas que los bailarines han generado dirigiendo a sus propios compañeros. Esto supone que el calendario cotidiano de Dantzaz siempre está repleto de actividades y demanda un gran esfuerzo de perseverancia a todos.

En 2014-2015 continuamos con una dinámica similar, aunque pasamos de realizar cuatro a tres procesos por temporada. En ésta invitamos a Fabian Thomé, Natalia Monge y Noemi Viana para presentar sus muestras junto a las creaciones de nuestros bailarines.

En la temporada 2015-2016 se inicia una nueva etapa de trabajo que tendrá tres periodos clave. Durante los dos primeros, se invita en cada caso a dos coreógrafos locales que disponen de una semana para trabajar en el estudio de danza. En la tercera semana, sus creaciones se exhiben en varios espacios. Se trata de Dantzagunea, el Grand Studio del Malandain Ballet Biarritz y la Sala Club del Victoria Eugenia en Donostia-San Sebastián. En una tercera fase, en abril de 2016, se programa una muestra que reúne exclusivamente creaciones realizadas por los bailarines.

Los coreógrafos invitados son Olatz de Andrés y Natxo Montero en diciembre de 2015, y Jorge Jauregi y Bertha Bermúdez

[En] en febrero de 2016. A ellos se unen Vicky P. Miranda y Gilles Schamber, que cierran este ciclo en diciembre de 2016. Ha nacido el embrión de la Red Atalak, compuesta en un primer momento por Donostia Kultura, CCN Malandain Ballet Biarritz y Dantzagunea, además de tener a Dantzaz como jefe de filas.

En 2017 comienza Atalak 2.0. Donostia Kultura, Tabakalera y Dantzagunea son los socios en Gipuzkoa, Azkuna Zentroa en Bizkaia y CCN Malandain Ballet Biarritz en Nueva Aquitania. Dantzaz propone a Bertha Bermúdez la coordinación de la red para que pueda documentar, coordinar y acompañar los laboratorios de creación que se vayan generando. De esta manera, podemos equilibrar la acumulación del ingente trabajo que lleva a cabo Adriana Pous en el estudio de danza desde sus comienzos en Dantzaz. Pous es la encargada de la selección de los coreógrafos para las producciones; asistencia a los coreógrafos invitados; clases cotidianas; preparación y transmisión del repertorio con la ayuda de los propios bailarines; dirección artística y chófer en las giras; seguimiento/acompañamiento personal de los bailarines; organización y seguimiento de audiciones privadas; además de la coordinación de proyectos y calendarios en colaboración y complicidad permanente con el director general. Con la llegada de Bertha Bermúdez, el equipo de Dantzaz va creciendo con aportes de calidad y experiencia contrastados.

En esta cuarta fase, por iniciativa de Donostia Kultura, se presenta uno de los laboratorios Atalak en el Festival Dantza Hirian en septiembre, combinado con dos presentaciones en Tabakalera y una en la Sala Club del Teatro Victoria Eugenia, allá donde surgió la idea de Atalak, así como en Biarritz y Dantzagunea.  Los coreógrafos invitados en 2017 son Fabio López y Marta Coronado (febrero); Mikel Arístegui e Iker Gómez (mayo); y Eneko Gil y Eneko Alcaraz (diciembre).

Generamos piezas que se convierten en producciones que salen de gira internacional

En 2018 damos la bienvenida a la Fundación Baluarte, que desde Navarra entra a formar parte de nuestro proyecto. Mantenemos la dinámica de funcionamiento e invitamos en esta ocasión a Iñaki Azpillaga Matxalen Bilbao[T]  (febrero), Edu Muruamendiaraz y Blanca Arrieta (abril), y Thierry Martínez y Carmen Larraz (diciembre). Durante todos estos años, los laboratorios dan resultados muy diversos: desde las propuestas de 45 minutos de Mikel Aristegui e Iker Gómez hasta piezas que tuvieron vida en festivales como los trabajos de Vicky P. Miranda (Arcachon-Francia), Matxalen Bilbao (Azkuna Zentroa) y Eneko Alcaraz (Dantza Hirian). También generamos piezas que se convierten en producciones que salen de gira internacional con Dantzaz como Complete Surrender, de Jorge Jauregi.        

Las propuestas coreográficas evolucionan a través de las diferentes presentaciones, en las que cambian los bailarines. En algunos casos se vuelve a llamar a los autores, de la misma manera que se hace desde el comienzo con las piezas que están en el repertorio de Dantzaz. Esa nueva pincelada personal en contacto directo con sus autores es, evidentemente, un gran momento enriquecedor para los intérpretes y nos recuerda a todos que estamos vivos y somos artistas contemporáneos.

Llega una nueva fase: el tiempo de creación se alarga a dos semanas para cada coreógrafo, lo que significa que anualmente se apoya a tres personas y todo el proyecto se redefine cada dos años. La Eurorregión Nueva Aquitania-Euskadi-Navarra apoya la Red Atalak no solo mediante una subvención anual, sino también mediante la interlocución continua con sus responsables Arola Urdangarín y Marie Heguy-Urain.

Algunos socios colaboradores como Azkuna Zentroa y el Teatro Victoria Eugenia se retiran del proyecto y se integran otros nuevos como La Red Municipal de Teatros de Vitoria-Gasteiz, con el apoyo incondicional de Marta Monfort[T], Azala y la mirada experta de Idoia Zabaleta, el Conservatorio Superior de Danza del País Vasco-Dantzerti, los conservatorios de danza de Vitoria-Gasteiz y Bayonne y La Fundición a través del Festival Regards Croisés.

 

La Red Atalak, además de los tres laboratorios, comienza a ofrecer una residencia de producción para coreógrafos emergentes. La primera tendrá como protagonista a Martin Harriague[T] entre septiembre y diciembre de 2019. Los coreógrafos invitados para los laboratorios de 2019 son Myriam P. Cazabón, Proyecto Larrua y Led Silhouette (Martxel Rodríguez[T] y Jon Lopez). En 2020, invitamos a Denis Santacana, Laida Aldaz y Eneko Gil para poner en marcha los laboratorios coreográficos y a Carmen Larraz para la residencia de Atalak-Producción.

Tanto los laboratorios como las residencias de producción tienen el acompañamiento del equipo Atalak pero, además, tienen la posibilidad de tener unas sesiones especiales de asesoramiento artístico a cargo de Idoia Zabaleta o Mizel Theret, que se suman a la lista de colaboradores de la red.

Deberemos adaptarnos tal como dice nuestro lema 'Cambia, todo cambia'

Pero en marzo de 2020, la nueva crisis mundial que enfrentamos desde el confinamiento domiciliario golpea fuerte a nuestro fragilizado sector y aleja aún más nuestros anhelos. No obstante, debemos seguir reflexionando y actuando y, sobre todo, deberemos adaptarnos tal como dice nuestro lema Cambia, todo cambia.

El confinamiento nos lleva a replantearnos el laboratorio que debíamos realizar con Denis Santacana y debemos encontrar una manera de trabajar, cada cual desde su casa. Las herramientas de reunión telemática y el vídeo se convertirán en las protagonistas de un laboratorio que, más que nunca, hace honor a ese nombre: probamos y probamos en un marco totalmente desconocido hasta ahora por nosotros. Así, desarrollamos una experimentación basada en la videodanza con los bailarines de Dantzaz y el alumnado de Dantzerti, que integran sus horas de prácticas en el proceso creativo. Todo ello evoluciona dentro del marco normativo exigido a causa de la pandemia y en el que lo audiovisual toma una importancia inusitada. Así, programamos una serie de masterclasses con un profesorado internacional y especializado como David Hinton, Maite Bermúdez, Iñaki Alforja, Alex Pachón y Gorka Martín. Tanto Santacana como los bailarines vivirán un proceso creativo muy particular y pondrán a prueba su responsabilidad y autodisciplina.

El virus de la soledad nos obliga a retrasar el laboratorio de Laida Aldaz a agosto-septiembre de 2020. Aldaz realiza una investigación en torno al sitio específico y para ello aprovecha la estancia durante una semana en Los Arcos (Navarra), Tabakalera y las instalaciones de la Gare du Midi en Biarritz. En diciembre, el laboratorio de Eneko Gil se realiza en condiciones cercanas a la normalidad, así como la residencia de producción de Carmen Larraz, celebrada en enero-febrero de 2021.

Creamos un nuevo formato: documental y coreografía en un producto audiovisual con danza en directo

Llega marzo de 2021 y la burbuja de Dantzaz se contagia de la COVID-19 al completo, por lo que el laboratorio Atalak de investigación de Itsaso Cano se lleva adelante con un grupo formado por varios bailarines contratados ad hoc y, urgentemente para la ocasión, junto a alumnos de Dantzerti que realizan sus prácticas. Los conceptos laboratorio e investigación toman su máximo potencial en estas circunstancias.

El Atalak de investigación de Eva Guerrero se desarrolla en junio de 2021, en una pequeña tregua entre las diversas olas de la pandemia, con la combinación de espacios para el laboratorio entre Errenteria y Estella, en el marco del Festival DNA del Gobierno de Navarra.

Para finalizar el 2021, además de un laboratorio de investigación con la gipuzkoana Amaia Elizarán, Atalak genera una nueva residencia de producción para creadores consolidados. Hilde Koch[T], con una carrera magnífica al lado de grandes creadores como William Forsythe o Nacho Duato, es seleccionada para esta primera residencia, en la que además le acompaña todo un equipo de creadoras como Paula Olaz en la composición musical, Tytti Thusberg en el diseño de vestuario y Alaine Arzoz en el diseño de iluminación. La flamante recién estrenada fábrica de producción de artes escénicas de Lekuona en Errenteria espera el resultado para noviembre de 2021. Todo ello se realiza con el equipo de bailarines de Dantzaz 2021-2022: Raúl Abentin, Andrea Aguado, Marina Esquisabel, Laura G. Latasa, Maddi Gaztelumendi, Lara Matea Ivančič, Óscar Pascual, Noel Quintana, Iñigo Rementeria Beñat Urrutia[En].

 

Transdisciplinariedad o el Think Tanz de Dantzaz

Continuamos en nuestra tarea de exploradores incansables en proyectos de Think Tanz, quizás con una necesidad más grande que nunca, puesto que la pandemia llena de nuevas incógnitas nuestro caminar: qué podemos crear, para quién, en qué formato, en colaboración con quién…

El 2021 nos sirve para generar un nuevo formato: aunar documental con coreografía en una combinación de producto audiovisual acompañado por la presencialidad y la corporalidad de la danza en directo con la complicidad de Golem y de la mano de Otilio García.

Este nuevo formato se desarrolla en los cines Golem Baiona de Pamplona-Iruña, donde los asistentes pueden disfrutar del documental Basotik Itsasora, para después regresar al hall de entrada donde les esperan los bailarines de Dantzaz para ofrecerles Basoa en vivo y en directo, en una combinación que resulta todo un éxito.

Y seguimos produciendo audiovisual y coreografías de manera conjunta de la mano de Txikota. El proyecto de un documental ideado y dirigido por Beñat Gereka nos impulsa a coreografiar nuevas escenas. Para ello, invitamos a Gil Harush, coreógrafo residente en Donostia-San Sebastián para que cree dos piezas: un dúo breve llamado Sal, para teatros; y Gesala, una pieza grupal para calle y sala, que se estrena en el Cristóbal Balenciaga Museoa de Getaria, en el marco de su décimo aniversario en julio de 2021.

Los bailarines de este periodo son Andrea Aguado, Elene Carreto, Alicia Cayrou, Marina Esquisabel, Laura G.Latasa, Maddi Gaztelumendi, Aitor Jiménez, Araitz Lasa, Xián Martínez, Julen R. Flores, Iker Sanz y Beñat Urrutia.

Posteriormente se integran en Malandain Ballet Biarritz, EliralE, en proyectos freelance y en equipos de mediación y enseñanza.

 

 

 

Debemos trabajar por un espacio común que posibilite el encuentro y facilite el desarrollo del ecosistema de la danza

Dagaz: ¿el futuro?, un proyecto de mediación y comunidad

 

En pleno 2020 presentamos un proyecto a unas ayudas del Gobierno Vasco para proyectos de desarrollo de públicos, que le llamamos Dagaz, del euskara Dantza Garaikideko Zaleen sarea, es decir, red de aficionados a la danza contemporánea.

La idea es la de generar una red en varios municipios de Euskadi por la que en cada uno de ellos surjan una serie de grupos de amateurs practicantes de danza contemporánea, así como de públicos de danza, que puedan estar en contacto con los coreógrafos y bailarines del ecosistema Dantzaz, además de familiarizarles con el sector de la danza cercano a sus municipios.

Capitaneada por Bertha Bermúdez, quien toma el papel de coordinadora de esta red, y con las colaboraciones de Estudio KO (Sonia Beroiz y Alfonso Etxeberria) en la configuración de la web, la de Txikota (Beñat Gereka) en la realización de los videos y la del estudio de audiencias Teklak (Irene Intxausti), Dagaz se hace realidad.

Aunque la pandemia limite las acciones y los talleres a realizar, y las programaciones en los teatros municipales se vean mermadas, la primera temporada de Dagaz es un éxito y nos refuerza en la idea de que debemos continuar en el camino.

Para terminar la temporada 2020-2021, celebramos unas jornadas Dagaz en el museo Chillida Leku a las que asisten los técnicos de Cultura de los ocho municipios participantes Amurrio, Berriz, Durango, Trapagaran, Lezo, Zumaia, Errenteria y Hernani; el Gobierno Vasco; las Diputaciones Forales de Gipuzkoa y Álava; y los socios de la red de aficionados, Dantzagunea, Chillida Leku, Proyecto Larrua y Haatik.

La conclusión principal es la de subrayar la necesidad del trabajo colaborativo entre los diferentes agentes que conformamos el sector de la danza para poder desarrollarla y fortalecerla.

Hacia el futuro surge la necesidad compartida de estrechar los lazos para el trabajo conjunto entre los diferentes agentes que conformamos el sector de la cultura y, en concreto, las artes escénicas: programadores, compañías, creadores, practicantes amateurs, públicos, investigadores… Debemos trabajar por un espacio común que posibilite el encuentro y facilite el desarrollo de todos y cada uno de los componentes de este frágil, pero maravilloso ecosistema de la danza.

 

Fomento del empleo y del emprendizaje

 

En los últimos años, el devenir de la profesión de bailarín se hace más nómada, debido a la escasez de oportunidades, y también más emprendedor, puesto que, en un gran número de casos, los bailarines deben realizar sus propios proyectos para poder generar sus propias oportunidades laborales.

El sector, cada vez más atomizado, acoge muchos proyectos de pequeña dimensión que son realizados por bailarines que participan a la vez en varios proyectos, con roles diferentes: intérprete, coreógrafo, productor, músico…

Los bailarines que van saliendo de Dantzaz también se encuentran en esta realidad y comienzan a plantearse sus propios proyectos y empresas. Así, de manera gradual, comenzamos a asesorar sus iniciativas y les acompañamos en sus planes. Para ello desarrollamos dos nuevas herramientas: nuevas becas y mentoring.

 

Las nuevas becas

Generamos dos nuevas becas en Dantzaz que posibilitan compaginar el trabajo de bailarín junto con tareas de producción y de mediación, lo que hace que puedan comenzar a sumergirse en nuevos mundos y que vayan tomando experiencia en esos campos sin dejar de seguir manteniendo su identidad como intérpretes y enriqueciéndose con todos los procesos de creación y producción que Dantzaz genera.

Así, además de poder continuar con su experiencia como bailarines y participando en procesos de creación y gira como tales, se encargan de acompañar los procesos de producción de las giras. Igualmente ayudan en la gestión de los proyectos de mediación que Dantzaz realiza. Tras una primera experiencia en las temporadas 2019-2020 y 2020-2021, vemos que la iniciativa tiene todo el sentido y que los resultados son muy interesantes, y seguimos adelante con tres becas para el curso 2021-2022.

 

Mentoring

La experiencia de coproducción de Ehuna con Teatro Paraíso en 2019 es realmente gratificante para todas las partes. Por un lado, Dantzaz puede abrir nuevos caminos para exbailarines en lo que consideramos un espacio de desarrollo que puede dar muchas oportunidades a la danza: la primera infancia. Por otro, Teatro Paraíso abre su línea de producción e incluye la coreografía dentro de sus producciones. Para ello, vuelve a invitar a una de las bailarinas, Jone Amézaga, para su nueva producción.

La experiencia acumulada en diversos apartados en estos 20 años de Dantzaz, más la de sus directores, hace que apostemos por continuar con el trabajo de mentoring y acompañamos durante 2020 a dos exbailarines de Dantzaz, Elene Carreto Iker Sanz, en su proceso para generar Kultza, una entidad de mediación artística especializada en danza que colabora en los diversos proyectos de mediación de Dantzaz y genera los suyos propios.

Para realizar el acompañamiento en su proyecto empresarial realizamos un convenio con la Agencia de Desarrollo de Oarsoaldea y contamos con la inestimable ayuda de Esti SusperregiBeatriz Broza y Arantza Apalategi.

Como esta colaboración en este primer año tiene sus frutos, surge Kabidanz, que pone a disposición de los exbailarines de Dantzaz un espacio continuado de Coworking y asesoramiento, en el que puedan desarrollar sus proyectos de emprendizaje con el acompañamiento especializado de Oarsoaldea y Dantzaz.

En 2021, ópera: de Lille a Berlín

Texto: Adriana Pous

Dantzaz continúa explorando nuevas vías y nuevos caminos para continuar con su misión

En 2020 se abre una nueva posibilidad para la generación de empleo: la coproducción de la ópera Idoménée de André Campra con la Ópera de Lille y la Staatsoper Unter den Linden de Berlín, con dirección de Alex Ollé/La Fura dels Baus, dirección musical de Emmanuelle Haïm y coreografía de Martin Harriague[T]. En esta coproducción, Dantzaz se encarga de aportar bailarines, así como el espacio para una fase previa de creación, en colaboración con Dantzagunea y el Ayuntamiento de Errenteria. Tras trabajar en la villa gipuzkoana, el equipo se desplazaría a Lille y, posteriormente, a Berlín. Pero llega la pandemia y el proyecto de ópera debe posponerse a 2021.

Diez exbailarines de Dantzaz son seleccionados para formar parte de un equipo que comienza a trabajar en julio de 2021 en un gran proyecto que culmina con su estreno el 24 de septiembre en la Ópera de Lille. Tras realizar cuatro actuaciones más, todo el elenco viaja a Berlín para realizar cinco representaciones, y la aventura termina el 20 de noviembre de 2021 en la Staatsoper Unter den Linden de Berlín.

Con el mismo espíritu con el que recorría los pueblos del País Vasco en el 2002, Dantzaz continúa explorando nuevas vías y nuevos caminos para continuar con su misión: desarrollar el sector de la danza, generar oportunidades de empleo y hacer llegar la danza a todos los rincones.

Entrevista
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Bertha Bermúdez

09/08/2021

«Me gustaría trabajar en la dramaturgia de Dantzaz como institución»

 

¿Cómo comienza tu relación con Dantzaz?

La primera vez fue en el marco de un Atalak a principios de 2016, al poco de mudarme a Biarritz. No conocía la existencia de Dantzaz y, al mirar su web, compruebo que parece una entidad interesante, que ha trabajado con gente que conozco como Jone San Martin o Hilde Koch. Valoro que en el tiempo que he estado fuera se haya podido generar un proyecto como este. Me encuentro con Adriana Pous en los pasillos de Dantzagunea. La entidad colaboraba en un trabajo de investigación con la Capitalidad Europea de la Cultura de Donostia-San Sebastián 2016 y me propone trabajar durante una semana con los 12 bailarines de Dantzaz. Fue muy interesante. Me sorprendió ver un grupo muy cohesionado, con niveles muy diferentes, con ganas, con respeto y ganas de trabajar… Me sugirió que tras esa idea había un gran trabajo detrás para conseguirlo.

La segunda aventura fue la de generar una pieza express en Pamplona, con la idea de la Villavesa (el transporte urbano público) trasladada a un pequeño bosque, y también en el Parlamento navarro. Me gustó la idea de que el trabajo no solo tuviera esa vertiente de visibilizar la danza a nivel social, sino también en la política, ya que creo que también es parte de la misión de Dantzaz. Al poco tiempo, Adriana me invitó al estreno de Eresoinkaren Itzalak, una creación especial que se presentó en la Sala Quintaou de Anglet y me llevé otra sorpresa. Y es que era un grupo con mucha gente nueva, pero que mantenía la cohesión y las características del que yo había conocido meses antes. Gentes que llegan de diversos lugares y con diferentes niveles, pero que en muy poco tiempo cultivan aspectos como la seriedad, el compromiso, el rigor o el respeto; todos esencia del trabajo. Me parece que conseguirlo es un auténtico regalo para la región y es que mantienen su identidad con la realización de una serie de acciones muy diversas y una calidad indiscutible.

En una tercera fase, cuando me incorporo a la estructura, me proponen coordinar Atalak. Primero, en tareas de acompañamiento y documentación y, después, en su coordinación general. Yo venía de trabajar durante 14 años en un centro coreográfico en el que llevaba la parte de educación e investigación. Mis experiencias se dieron en entidades muy jerárquicas, en las que el artista/el director era el centro. Estaba un poco cansada de esa tipología de centros, con una jerarquía y un ego muy marcados. Al llegar a Dantzaz, me encontré con un espacio donde lo importante es el trabajo, la escucha, el intercambio… con una estructura horizontal y transversal, en la que me hallo cómoda. Cada día constato que no es por casualidad, sino que hay una intención con una gerencia detrás. Su quehacer está basado en una reflexión continua de entender lo que sucede, desde un lado muy femenino de la cosecha, desde la generosidad… máxime en estos tiempos de capitalismo feroz.

No solo es un proyecto tutelado por la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco, sino que también hay una labor constante e incansable por parte de un tándem que combina la cotidianidad y la rigurosidad del trabajo con el cuerpo en el estudio de danza, personalizado en Adriana, con la innovación, la escucha, el saber hacer, el cuidado, el entendimiento y la búsqueda de alianzas, personalizado en Fernando. Eso es Dantzaz para mí. Desde mis inicios me he sentido y me siento acogida desde la escucha y el respeto a lo que puedo aportar y desde mi entrada en Atalak aprecio que me sigo desarrollando profesionalmente.

Para mí, además, Atalak es un proyecto con muchísimo potencial, que ha ido adaptándose al sector, siempre con miradas frescas que vienen dadas por las invitaciones, que hacen generar preguntas, propuestas, reflexiones… lo que conlleva que crezca. Por mi parte, he llevado a cabo la idea del laboratorio y la investigación - creo que un hito en la región-, además aceptado por las instituciones que integran la red. Es un paso más de Dantzaz para adaptarse al ecosistema que le rodea de manera muy enriquecedora.

 

¿Qué te ha aportado Dantzaz y qué le has aportado a Dantzaz?

Por un lado, ha habido una parte de sanación: he corroborado que se puede trabajar de otra manera. En la danza tenemos una estructura general muy jerarquizada, muy masculina, muy egocéntrica… Dantzaz me ha confirmado que algo que llevaba buscando mucho tiempo existe. En su estructura no hay ese egocentrismo de la firma del artista, lo que me aporta tranquilidad y un espacio más libre de trabajo. Me posibilita desarrollar metodologías y líneas de investigación y de documentación que puedo evolucionar en mi día a día. Además, me permite ver qué puede funcionar para su posterior aplicación. También me permite conocer al sector en el País Vasco para crear una red de contactos realmente enriquecedora.

Además, he tenido que hacer de todo -es lo que se hace en Dantzaz-, puesto que coordinar conlleva un cúmulo de tareas. Dentro de mis competencias he hecho presupuestos, comunicación, producción… Es muy positivo porque me permite crecer y ampliar mis conocimientos, siempre con apoyo y con mucha tranquilidad, sin miedo al error, siempre con la idea de avanzar.

Creo que puedo seguir desarrollando proyectos que tengan que ver con la dramaturgia de lo que es Dantzaz. No lo que se realiza es «porque tengo un dinero», sino que se intenta responder a las nuevas necesidades del sector y de las propias personas que componen Dantzaz. Como bailarina debía ponerme detrás de las personas que tenían una idea para ver hacia donde querían ir. ¿Qué estás viendo? Lo tengo que ver desde ti para poder entender a donde quieres ir y es lo que he hecho en mi carrera como bailarina en la mirada de los coreógrafos y coreógrafas. Siento que puedo aportar y equilibrar el trabajo de Adriana en el estudio y el de Fernando, en el desarrollo de los proyectos. El primero tiene una velocidad y una temporalidad muy concretas y el segundo, otro ritmo muy diferente… un trabajo dramatúrgico para la propia institución.

 

¿Hacia dónde crees que tendría que caminar Dantzaz?

Mi pregunta para entender Dantzaz siempre me lleva al estudio de danza: ¿Dantzaz como estructura de profesionalización de intérpretes es lo que necesita el ecosistema? Quienes llegamos de fuera observamos con nuestra mirada ajena un montón de cosas. Algunas están por realizar y te preguntas por qué no se han llevado a cabo pero, con el tiempo te vas dando cuenta de que si no se han hecho es porque arrastran muchas dificultades. En estos momentos, tengo más dudas sobre la necesidad de la misión de la profesionalización, o bien transitar entre el mundo educativo y el profesional.

Tenemos la danza en el sistema educativo gracias a Dantzerti y deberíamos contar con postgrados o másteres para posibilitar la salida profesional de los estudiantes. Dantzaz se encuentra con muchas tareas en su misión ya que seguimos profesionalizando intérpretes, produciendo y girando, promulgando la mediación, propiciando el outreach…

En estos tiempos, cuando está en boga la experiencia personal o la participación, nos encontramos entre lo amateur y el hacer entender el arte para la sociedad, aunque sin introducirlo en el sistema educativo. En cambio, en Europa esas son las palabras claves y Dantzaz tiene una amplia experiencia en estas lides. Quizás, sea el momento de hacer una retrospectiva de los 20 años de exploración con el fin de mostrar las metodologías y los caminos empleados para poder transmitir todo nuestro saber. La red Dagaz también es eso, es todo un intento de trabajar en sensibilización, participación, etc.

Creo que sería muy interesante focalizar las líneas de trabajo en la documentación y la investigación de las nuevas metodologías y de aquellos proyectos que se han llevado a cabo desde Dantzaz durante todo este tiempo. Hay que tener en cuenta que en muy pocas ocasiones se evalúan los proyectos de mediación. Sin embargo, se nos piden con mucha asiduidad. Es tiempo de interesarnos por los resultados y conocer su impacto real. Así, considero oportuno poner en marcha un buen estudio que mida, cuantifique y valore todos nuestros proyectos para conocer con detalle los resultados obtenidos. Sería interesante compartimentarlos en detalle para su posterior divulgación con el fin de innovar en nuestros procesos; algo que, por cierto, ya ha hecho Dantzaz durante estos años.

Quiero destacar que Dantzaz ha intentado de casi todo en estos 20 años. Lo que se podría probar en producción coreográfica, se ha hecho: y se ha experimentado en lo local y lo internacional, en las alianzas, en los formatos, en los lugares… Ahora, creo, ha llegado el momento de repensar todo enfocándose en qué acciones realiza Dantzaz en relación a lo que se está generando a su alrededor y cómo convive con estas nuevas líneas que el ecosistema propone. Se ha trabajado muy duro en estos 20 años y ahora sabemos que hay que compartir. Y esta publicación es el comienzo.

Entrevista
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Beñat Urrutia

14/10/2021

«Dantzaz es capaz de crear una comunidad que sobrevive aun cuando la gente ha salido»

 

Dinos quién eres, por favor

Me llamo Beñat Urrutia Pujana y soy de Jatabe (Bizkaia). He actuado como intérprete de Dantzaz durante tres temporadas, desde el año 2019 hasta el 2022. Estudié en Dantzerti -la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi- y nada más terminar los estudios entré en Dantzaz. Dantzaz ha sido mi primera oportunidad para dedicarme profesionalmente al sector de las artes escénicas, pero es más que eso: trabajo y casa, tormenta y refugio. En pocas palabras, Dantzaz ha sido una oportunidad para vivir y disfrutar la vida de los intérpretes.

 

¿Cómo conociste Dantzaz?

Descubrí Dantzaz mientras estudiaba danza. Por un lado, en Dantzerti conocí a conocidos de bailarines que habían actuado para Dantzaz y, por otro, tuve la oportunidad de ver algunas de las producciones de calle y de teatro de esta compañía. Así empecé a percatarme de los entresijos del proyecto Dantzaz. Cuando estaba en el último curso de los estudios de danza, después de un taller de una semana de repertorio de contemporánea impartido por Adriana Pous, ella misma me ofreció la posibilidad de formar parte de este proyecto.

Si soy sincero hasta que me ofrecieron entrar en Dantzaz, no pensaba ser intérprete. Me interesaba más el campo teórico de las artes escénicas: la documentación de las producciones, su análisis, su influencia en la sociedad… etc. Sin embargo, cuando me brindaron esta oportunidad me di cuenta de que el camino más adecuado e interesante para adquirir un punto de vista práctico y vivo sobre los temas que quería investigar era la participación en Dantzaz. Hoy en día -mirando al pasado- creo que si se quiere entender bien las artes escénicas, es tan importante tener distancia con lo que se investiga como conocer lo investigado de una manera práctica. Por lo tanto y en pocas palabras, en gran medida Dantzaz ha sido un espacio para poner en práctica y experimentar los contenidos aprendidos para mí.

 

¿Cómo describirías tu experiencia en Dantzaz?

A lo largo de los años en los que he participado en Dantzaz he completado un máster en Gestión Cultural buscando, una vez más, aunar el marco teórico con las vivencias prácticas. También en este campo, Dantzaz ha sido muy generoso, convirtiéndose en ocasiones en un espacio de reflexión y debate sobre los temas tratados en el máster. En Dantzaz hemos tenido reflexiones enriquecedoras sobre la gestión de la cultura y su ecosistema, por lo que también dentro del proyecto hemos promovido debates de gran interés para la evolución de nuestro sector.

En un momento en el que los recursos son escasos, debido a la oportunidad que existe en Dantzaz de conocer nuevos intérpretes y creadores, los miembros del proyecto adquirimos una amplia gama de recursos laborales y creativos: vivencias personales y profesionales, herramientas para fomentar comportamientos laborales positivos, recursos materiales e inmateriales, actuaciones en el extranjero… etc.

Las experiencias vividas nos cambian el prisma de ver el mundo y, sin duda, en Dantzaz hemos vivido un montón: desde actuaciones en el extranjero hasta proyectos organizados con niños en pueblos… ¡nos daría para escribir un libro!

Pero además de las vivencias, Dantzaz también me ha moldeado las conductas laborales. La compañía te anima a tener una actitud eficaz ante el trabajo, de manera que hemos aprendido a afrontar cualquier obstáculo de forma rápida y eficiente. Asimismo, la importancia del ambiente de trabajo está muy presente en Dantzaz y cada actuación, creación, laboratorio o ensayo se realizan con frescura y buen ambiente. Además de la evolución profesional, en Dantzaz se fomenta la participación y la colaboración. A pesar de que en poco tiempo el grupo de intérpretes cambia, en mis tres temporadas siempre lo ha hecho radicalmente. Ese impulso y aprendizaje mutuo aprendido en Dantzaz ha estado presente en todos los grupos de intérpretes. Aunque parezca curioso, puedo asegurar que esta forma de trabajar sigue viva entre los antiguos intérpretes de Dantzaz. Diría que Dantzaz es capaz de crear una comunidad que sobrevive aun cuando la gente ha salido.

Por lo vivido en Dantzaz, este alumno que hace unos años descartó ser intérprete, ahora quiere seguir experimentando las artes escénicas; incluso después de dejar este proyecto. Debido a las relaciones creadas y el continuo ir y venir de diferentes intérpretes y creadores, nuestro futuro laboral es amplio. Empezando por un viaje a una ópera en Berlín y pasando por un laboratorio de Eneko Gil. ¿Quién sabe dónde acabará un intérprete? Como dice el lema tan escuchado en Dantzaz: «You never know...».

Programas
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56# (2020)

01/01/1970

Un programa de tres coreografías que componen un espectáculo de danza para todo tipo de públicos y para disfrutar de la danza contemporánea en todo su esplendor. Thirty, de Sade Mamedova, una creación plena de poesía y de delicadeza, en una coreografía de 15 minutos que combina emoción y abstracción; Hombre masa, de Vita Osojnik, una pieza coral de 20 minutos, donde tanto el grupo, como el individuo tienen toda su importancia coreográfica; y Walls, de Martin Harriague, que vuelve a Dantzaz el talento desbordante de Harriague, esta vez en una pieza de 35 minutos, potente y rotunda. Una reflexión sobre el mundo y la sociedad actual.

 

 

Coreografías: Sade Mamedova, Vita Osojnik y Martin Harriague

Directora artística : Adriana Pous

Bailarines (1): Oier Abrego, Saioa Belarra, Pauline Bonnat, Elene Carreto, Alicia Cayrou, Marina Eskisabel, Aitor Jiménez, Araitz Lasa, Xian Martínez, Julen Rodríguez, Iker Sanz, Julia Ugarte, Diego Urdangarín y Beñat Urrutia

Director técnico: Alberto Arizaga (Eragin Stac)

Equipo técnico: Eragin Stac

Fotografías: Blanca Razquin y Jean-Paul Dunand

Audiovisual: Beñat Gereka (Txikota)

Director general: Fernando Sáenz de Ugarte

(1): El elenco está formado por diez bailarines de este listado, que está sujeto a cambios, en base a las dimensiones de los espacios y a posibles sustituciones

 

‘Thirty’

Duración:  15 minutos

Coreografía: Sade Mamedova

Música original: Mateo Lugo

Iluminación: Sade Mamedova y Alberto Arizaga

Vestuario: Fanny Alonso

Pieza producida por: Dantzaz a través del Production Price en el International Choregraphic Competition Hannover 2018 (Alemania)

 

Sade Mamedova, una jovencísima coreógrafa rusa, fue seleccionada entre los coreógrafos participantes en el Concurso de Hannover 2019 (Alemania) por Adriana Pous, la directora artística de Dantzaz, para realizar su primera coreografía para grupo. En una residencia de un mes de duración, que culmina en este febrero de 2020, ha trabajado con los bailarines de Dantzaz sobre la migración y la identidad, desarrollando un lenguaje coreográfico dinámico y rico, lleno de matices, que cuenta además con la creación musical original para esta pieza realizada por el compositor Mateo Lugo.

 

‘Hombre masa’

Duración: 20 minutos

Coreografía y concepto: Vita Osojnik y bailarines de Dantzaz

Música original: Maja Osojnik

Iluminación: Vita Osojnik e Inma Irazustabarrena

Vestuario: Vita Osojnik y Nahia Salaberria

Pieza coproducida con: PTL-Plesni Teater Ljubljana (Eslovenia)

 

La eslovena Vita Osojnik ha creado una pieza en la que el movimiento es el protagonista, presentándonos a un grupo formado por individuos fuertes y responsables, que pueden servir como un sistema de apoyo en la creación de un colectivo funcional y significativo. La apariencia es casi caleidoscópica, llena de acciones simultáneas, y exige a la audiencia una atención especial, sin temor a enfrentarse a diversas informaciones, siendo necesario decidir lo que a cada cual le atrae y seguirlo. Osojnik se inspiró en la obra de Ortega y Gasset La rebelión de las masas para generar esta coreografía en septiembre de 2019 con Dantzaz.

 

‘Walls’

Duración: 35 minutos

Coreografía: Martin Harriague

Músicas: J.S. Bach, G. Verdi, Yemen Blues y José Alfredo Jiménez (voces de D. Trump y A.M. López Obrador, tomadas de discursos públicos vía web)

Iluminación, escenografía, vestuario, samplings y ambiente sonoro: Martin Harriague

Asistente iluminación: Alberto Arizaga

Asistente vestuario: Nahia Salaberria

Escenografía y Atrezzo: Martin Harriague y Dantzaz

Carpintería: KITTO

Pieza coproducida con: el programa eurorregional Atalak

 

Martin Harriague vuelve a Dantzaz, esta vez para crear una pieza de mayor duración, inspirada en la relación de la humanidad con los muros: el hormigón y el alambre de púas son productos de moda en nuestros días. Harriague trabajó durante cinco años en una compañía en Israel y pudo vivir en primera persona cómo el mundo se cierra erigiendo murallas. El muro que nos muestra Harriague articula el espacio y lo divide, rompe el paisaje y humilla a las personas. La libertad y la fluidez del movimiento chocan con la dureza de la piedra, revelando toda la violencia física y simbólica del muro. Pero incluso detrás de ocho metros de hormigón no hay resignación. El juego, el humor y la exaltación que da la sed de libertad nos salvan de la desesperación.

 

Hemeroteca

Programas
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BAT (2021)

01/01/1970

Un programa de tres coreografías que componen un espectáculo de danza para todo tipo de públicos y para disfrutar de la danza contemporánea en todo su esplendor. Comienza con Los Esclavos Felices, de Martin Harriague, 10 minutos frenéticos, llenos de movimiento y de ironía. Continúa con Thirty, de Sade Mamedova, una creación plena de poesía y de delicadeza, en una coreografía de 15 minutos que combina emoción y abstracción y Walls, en la que vuelve a Dantzaz el talento desbordante de Harriague, esta vez en una pieza de 35 minutos, potente y rotunda. Una reflexión sobre el mundo y la sociedad actual.

 

Coreografías: Sade Mamedova y Martin Harriague

Directora artística: Adriana Pous

Bailarines: Raúl Abentin, Andrea Aguado, Alicia Cayrou, Marina Eskisabel,Maddi Gaztelumendi, Laura Gómez, Lara Matea Ivančič, Oscar Pascual, NoelQuintela, Iñigo Rementería y Beñat Urrutia.

Director técnico: Alberto Arizaga (Eragin Stac)

Equipo técnico: Eragin Stac

Fotografías: Blanca Razquin y Jean-Paul Dunand

Audiovisual: Beñat Gereka (Txikota)

Director general: Fernando Sáenz de Ugarte

 

‘Los Esclavos Felices’

Duración:  10 minutos

Coreografía: Martin Harriague

Música: J.C. de Arriaga

Iluminación: Martin Harriague y Alberto Arizaga

Vestuario: Martin Harriague y Nahia Salaberria

Pieza coproducida por: Dantzaz, EGO y Malandain Ballet Biarritz

Juan Crisóstomo de Arriaga (Bilbao, 1806 - París, 1826) fue un compositor de música clásica apodado el Mozart vasco. Los esclavos felices es el título de su primera ópera, una creación de la que solo se conserva su obertura. La revisión de esta composición es el punto de partida de la coreografía que firma el creador vasco-francés Martin Harriague, quien vuelve a Dantzaz tras su paso como bailarín y gracias al acuerdo suscrito con el CNN - Malandain Biarritz. Harriague firma una pieza con una estética vistosa y cómplice, frenética en el ritmo y cargada de sutiles dosis de humor que nos invita a reflexionar sobre el tiempo que nos toca vivir: esclavos de lo frenético y... ¿felices?

 

‘Thirty’

Duración:  15 minutos

Coreografía: Sade Mamedova

Música original: Mateo Lugo

Iluminación: Sade Mamedova y Alberto Arizaga

Vestuario: Fanny Alonso

Pieza producida por: Dantzaz a través del Production Price en el International Choregraphic Competition Hannover 2018 (Alemania)

 

Sade Mamedova, una jovencísima coreógrafa rusa, fue seleccionada entre los coreógrafos participantes en el Concurso de Hannover 2019 (Alemania) por Adriana Pous, la directora artística de Dantzaz, para realizar su primera coreografía para grupo. En una residencia de un mes de duración, que culmina en este febrero de 2020, ha trabajado con los bailarines de Dantzaz sobre la migración y la identidad, desarrollando un lenguaje coreográfico dinámico y rico, lleno de matices, que cuenta además con la creación musical original para esta pieza realizada por el compositor Mateo Lugo.

 

‘Walls’

Duración: 35 minutos

Coreografía: Martin Harriague

Músicas: J.S. Bach, G. Verdi, Yemen Blues y José Alfredo Jiménez (voces de D. Trump y A.M. López Obrador, tomadas de discursos públicos vía web)

Iluminación, escenografía, vestuario, samplings y ambiente sonoro: Martin Harriague

Asistente iluminación: Alberto Arizaga

Asistente vestuario: Nahia Salaberria

Escenografía y Atrezzo: Martin Harriague y Dantzaz

Carpintería: KITTO

Pieza coproducida con: el programa eurorregional Atalak

 

Martin Harriague vuelve a Dantzaz, esta vez para crear una pieza de mayor duración, inspirada en la relación de la humanidad con los muros: el hormigón y el alambre de púas son productos de moda en nuestros días. Harriague trabajó durante cinco años en una compañía en Israel y pudo vivir en primera persona cómo el mundo se cierra erigiendo murallas. El muro que nos muestra Harriague articula el espacio y lo divide, rompe el paisaje y humilla a las personas. La libertad y la fluidez del movimiento chocan con la dureza de la piedra, revelando toda la violencia física y simbólica del muro. Pero incluso detrás de ocho metros de hormigón no hay resignación. El juego, el humor y la exaltación que da la sed de libertad nos salvan de la desesperación.

 

Hemeroteca

Testimonio
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Jone Amezaga

01/01/1970

Cada vez que oigo Dantzaz se me pone una gran sonrisa

Testimonio
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Matxalen Bilbao

27/08/2020

El poder trabajar con un grupo tan extenso me ha facilitado ideas que ya venía trabajando

 

En el año 2018 formé parte de los creadores invitados al programa Atalak, el laboratorio de creación impulsado por Dantzaz. El periodo de residencia artística se realizó del 12 al 16 de febrero en sesiones de trabajo de seis horas. 

De esta colaboración nació Amarrak, una pieza de 20 minutos de duración que aborda el tema de las migraciones humanas, planteando procesos de organización, singularidad, contaminación e improvisación junto con imágenes de engranajes, migraciones y composiciones escultóricas, todas ellas fuentes de creación de esta coreografía, una obra grupal. El grupo como temática y el individuo dentro del grupo. Paisajes humanos, físicos y emocionales, dentro de un plano poético de estructura no lineal.

 

Proceso

Tomé la decisión de presentar una pieza cerrada por razones artísticas y estratégicas. Llegué con ideas claras. Aunque no conocía a los intérpretes, sabía más o menos el tipo de bailarín que iba a encontrar, joven con buena técnica, con motivación, algunos con más experiencia que otros, pero en general con una formación y base suficiente como para disponer de libertad y poder desplegar ideas y disfrutar. Tenía confianza plena en el elenco, conozco de cerca el trabajo y la trayectoria de Dantzaz. Mi relación viene desde el 2008, cuando impartí un taller. Además, posteriormente, el exalumno Martxel Rodríguez estuvo en la compañía, así que comprendo la filosofía del proyecto. 

Efectivamente no me equivoqué, encontré un grupo compacto y bastante homogéneo en experiencia, con una capacidad importante de trabajo y con herramientas suficientes tanto físicas como creativas para poder disparar la imaginación y las herramientas. Estaba todo por construir, pero existía claridad en la búsqueda. Con aquel elenco y mi trabajo de mesa, antes y durante, día a día se recogía material y se tomaban decisiones relevantes. 

El acontecimiento más importante fue decidir desde un principio el espacio sonoro. Fue arriesgado. Sin embargo, ayudó a crear la dramaturgia, el viaje emocional. El proceso tiene distintas capas y la esencial para mí es establecer una buena comunicación con los bailarines, mostrar rigor y seguridad, pero también vulnerabilidad para crear un ambiente de trabajo cómodo. Acercar mi universo y mi imaginario a los intérpretes, que se impliquen en la creación, es decir, no solo que formen parte si no que se sientan parte. 

 

Metodología

Cada proceso es diferente y tiene vida propia. Reconozco cierta metodología que trato de aplicar en mis procesos y a la vez trato de escuchar las necesidades particulares de la pieza abriendo nuevos caminos. 

Mi rutina para estimular la creatividad en el espacio de trabajo es: 

- Clase diaria. Es importante impartir clase, ayuda a acercar el vocabulario además de facilitar un cuerpo disponible. 

- Exploración. El tiempo de explorar es una parte fundamental del trabajo diario en cada proceso de creación… explorar texturas, estados, interrogar el tiempo, el espacio… en solitario, parejas, tríos, cuartetos… y en esta obra fundamentalmente en grupo. A través de esta búsqueda se consigue el material con el que se construye la obra. Un material perteneciente a la obra. 

- Práctica de la improvisación. Es primordial en mi trabajo. En todas mis obras hay espacios abiertos para la improvisación. Zonas donde el movimiento no está concretado y se improvisa con pautas claras a las que el intérprete se agarra para ir creando in situ un instante cargado de verdad. 

- La dirección única. Bien es verdad que los bailarines aportan sus ideas y se establece un equipo y un ambiente amable de trabajo, pero la composición, incluso algunas frases y transiciones, pueden ser ordenadas desde la dirección. Asumo la responsabilidad de liderar, decidir, resolver y determinar todas las cuestiones artísticas.

 

Contenido de la pieza

Algunas ideas que probamos y llegaron a construirse de manera resumida son: 

- Migraciones. Desplazamientos desde un lugar a otro con una característica cronológica y espacial. La intención es cambiar de formación, imágenes que tienen su concepto de partida en el vuelo de las manadas de pájaros, pero que se convierten en paisajes humanos. 

- Bola de polvo. El grupo se mueve por el viento, se desplaza como una gran bola de polvo succionada, llevada sin rumbo, en remolinos. Es aire, como un globo se infla y se desinfla, se eleva, cae y se vuelve a elevar. Se deforma. 

- Cuerda. Agarrados de las manos. La cuerda humana se retuerce, se tensa, se afloja, se anuda, se lía, se desata. 

- La marcha parlante. Característica atonal, movimiento fragmentado donde se acentúe la singularidad de cada uno. Avance absorbido de atrás hacia delante pasando a los de adelante. 

- Arriba y abajo. Construcción de imágenes escultóricas. El espacio se divide en cuatro áreas y en cada una de ellas se realizan los up and down (unos suben, otros bajan). Hay contacto. El movimiento es concreto, se trata de llegar y parar en las posiciones con transiciones limpias y fluidas.

 

La experiencia

Además de lo comentado anteriormente en relación a la calidad de los bailarines, me pareció una gran oportunidad poder trabajar con el extraordinario número de intérpretes. Me abría la posibilidad de seguir investigando en el grupo y en las ideas que ya venía practicando con un grupo más reducido. Por otra parte, Dantzagunea posee unas salas con condiciones óptimas para trabajar. Tengo que resaltar la ayuda inestimable de Bertha Bermúdez, la coordinadora de la red Atalak, que está presente en todo momento durante el proceso, dando soporte. Las condiciones de alojamiento también fueron formidables. Todo esto favoreció que el proceso resultara productivo y notable. Una de esas experiencias que suman en la trayectoria y que te hace más humano. Una gran oportunidad y traté de aprovecharla.

Testimonio
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Martin Harriague

21/09/2020

Incluso me había enamorado


Recuerdo la audición. En ese momento tenía 21 años y había empezado a bailar solo dos años antes. Estuve audicionandojunto con bailarines de los conservatorios nacionales de Lyon y París. Era impresionante, no podía hacer una pirueta; incluso golpeé a otro bailarín con un Grand Battement… me sentí ridículo. Pero Adriana y Thierry Malandain me dieron mi oportunidad. Al mismo tiempo, me enteré de que había sido admitido en el programa educativo D.A.N.C.E., dirigido por Forsythe, Mc Gregor, Preljocaj y Flamand. Tuve que tomar una decisión extremadamente difícil... Así que me encontré catapultado en Donostia-San Sebastián en una joven compañía que me iba a hacer descubrir el País Vasco gracias a sus numerosas giras y que me hizo vivir una increíble aventura. Bailé del repertorio de Thierry Malandain las piezas Danses Qu’on Croise, Gnossiennes y Blé Noir, un dúo durante el cual mi compañera Andrea me hizo comer crepes de verdad. En nuestra última actuación, los había rellenado de cebolla, ajo y pimiento. ¡Un horror!, especialmente cuando tienes que seguir bailando con todo eso en la boca. Más tarde, bailé con esta misma compañera, Andrea Vallescar, una pieza de Thomas Noone. Era un dúo de contacto que me encantaba, incluso me había enamorado... de Andrea. Finalmente bailé una pieza de Itzik Galili que me introdujo en su trabajo. Más tarde, trabajaría con él en los Países Bajos en el Noord Nederlandse Dans.

Testimonio
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Hilde Koch

20/05/2021

20 años después me sigo preguntando por qué no hay una compañía de danza estable nacional en Euskadi


Hace 20 años traje propuestas para crear una compañía de danza y lo que me encontré fue una puerta cerrada. Mi primer contacto con Dantzaz se dio cuando quise compartir mis conocimientos -algo que creo fundamental- y me acerqué. Empecé a hablar con Adriana y me presenté para ver qué se podía hacer. Ya tenía mi primera coreografía, un bagaje para buscar lo que me movía, y encontré a Dantzaz, esa estructura que te da apoyo. Y eso fue Dantzaz, calor y acercamiento. Fue un flechazo.

Divulgar el conocimiento y compartir todo el proceso es fundamental y por eso me acerque a la compañía. En 2009, antes de empezar a realizar la creación Torque, recuerdo que se celebró un taller de The Vile Parody of Address. Basada en la escultura de Richard Serra, ‘Bilbao’, conformada por dos lingotes de acero, uno sobre otro en un equilibrio de apariencia inestable, que analiza la rotación y el ángulo, la pieza me recordó al trabajo con William Forsythe y me pareció interesante. Son aspectos que se quedan en el sistema.

Con música de Arvo Pärt y gracias el apoyo de un musicólogo -porque corté la música con silencios- fue una experiencia muy rica. Me intrigó el tema de la improvisación de Forsythe como herramienta en las compañías, sobre todo de jóvenes, que no es nada fácil. Y, para ellos, fue un impulso interesante a descubrir. Qué bonito es ver que los bailarines se inician en la improvisación... además en diferentes vocabularios. He seguido trabajando con ellos y, posteriormente, han continuado su carrera. Da agrado ver cómo eso que se ha compartido ha llegado a algo.Y si encima la pieza sale bien, pues mejor.

Mi segunda pieza coreografiada para Dantzaz es Smoke Rings, con música de la compositora Laurie Anderson. Seis minutos de no parar.  

Ya en 2016 de la mano de Donostia Kultura, con Fernando Bernués, se nos pidió una coreografía para ser puesta en escena en los bajos de los Bomberos, que se convertirían en la sede de la Capitalidad Cultural. Era una site-specific, pero no se terminó de hacer.

Dos años después, en 2018, en la entrega de premios de la Fundación Sabino Arana en Bilbao, desarrollé un espectáculo musical cuyo leitmotiv era la violencia de género. Ensayamos muy poco tiempo. Salieron cuatro minutos. Fue casi como un anuncio, un reto. Y como me gustan los retos, pues ahí fuimos.

Había en el elenco algunos bailarines que estaban indecisos de qué hacer y de ver cómo desarrollaban sus caminos. También de lo que se podía aportar.

La labor de Dantzaz durante todos estos años ha aportado una preparación, sin duda importante y rigurosa, para poder llegar a poner el pie a una compañía profesional. Es un palo muy grande, aunque tengas conocimientos de la profesión. En el caso de compañía de repertorio conlleva unos retos muy grandes y mucho estrés, que no los tienes cuando estás estudiando o en una zona de confort.

El hecho de tener plataformas y compañías jóvenes es un trampolín y una manera de poder afinar más antes de entrar en el mundo profesional. También te afianza en tu propia decisión, de quererla tomarla como tal. Hay que tener en cuenta que depende de cada plataforma y a través de los profesionales que lo respaldan. Es el caso del CCN de Biarritz, que no sólo tiene un fundamento detrás, sino que también hace una labor en relación a la mediación en las escuelas. Fomenta la sensibilidad, el deseo de degustar la danza y de acercarte a un teatro; es muy importante. Creo que es lo que hay que hacer desde la educación y Dantzaz promueve todo esto.  Recordemos que en otros países la cultura es respetada, arropada y ayudada. También, que todos los teatros tienen ópera, teatro y danza; en definitiva, es algo que nutre al ser humano. Estas plataformas hacen una labor desde el fondo que te desarrolla como bailarín, pero también como espectador.  Y es que ¿cómo voy a programar danza si no sé cómo se mueve la gente?

No podemos seguir sin arte en la vida. De cara al futuro, Dantzaz podría dar un paso más y formar una compañía estable en Euskadi. Tiene la estructura de plataforma y, además, la desarrolla muy bien después de estos 20 años. Bien te puedes quedar así, en la labor de seguir abriendo colaboraciones en más países, o bien puedes buscar la opción de construir una compañía. ¿Cuándo es el momento? Los momentos son clave, no son al azar… Podría ser sostenible a largo plazo como la Orquesta de Euskadi, que tiene una visión y un tiempo de desarrollo. Quizás, pueda seguir el modelo de compañía joven que luego entra en la compañía estable, pero esto depende de los políticos. Hay que correr un riesgo porque no puede haber seguridad siempre, pero para ello necesitas tener a gente que les abra el camino. Dantzaz tiene la fuerza y el empuje para llevarlo a cabo.

Hace 20 años traje propuestas para crear una compañía de danza y lo que me encontré fue una puerta cerrada. ¿Por qué no hay una compañía nacional en Euskadi? Y hoy, todavía, me lo sigo preguntando.

Testimonio
5 / 6

Marta Monfort

17/11/2020

El proyecto Atalak permite el intercambio y la aparición de coreógrafos alaveses

Nuestra relación con Dantzaz data de hace ya bastantes años. Desde el primer momento, como compañía se le ha programado en varios espacios de la Red Municipal de Teatros, concretamente, recuerdo sus dos últimos programas Growing Young en 2018 y Áureo en 2015.

Pero la verdad es que para nosotros es una compañía interesante. Yo creo que tiene una doble vertiente. Por un lado, es una compañía con coreógrafos y bailarines estables de danza contemporánea, con jóvenes talentosos y con una apuesta muy firme por la danza contemporánea dentro de una estructura muy estable. Por otro, con Atalak 2.0 Dantzaz continúa con su labor de profesionalización de los coreógrafos y los bailarines. Considero que es una labor maravillosa y, de hecho, cuando se nos invitó a formar parte de este proyecto no lo dudamos y fuimos de cabeza porque nos pareció una oportunidad muy importante para el intercambio entre creadores de la Eurorregión, la profesionalización, el conocimiento y las labores de mediación.

Desde la Red Municipal de Teatros de Vitoria-Gasteiz siempre hemos apostado por la danza en nuestras programaciones. Pero es un formato minoritario, más si hablamos de propuestas contemporáneas en comparación a la danza clásica, que tiene más aceptación, aunque también es más difícil de programar y más cara si se quiere llegar a la excelencia artística. El proyecto Atalak permite el intercambio y la aparición de coreógrafos alaveses como el Proyecto Larrua, Damián Muñoz, Altrastedanza e Idoia Zabaleta tanto a través de las miradas externas de los laboratorios o de las producciones. Se ha creado un tejido y una red muy interesante entre coreógrafos de la Eurorregión y me parece bellísimo.

Y una de las labores de mediación más interesante son los laboratorios, que representan o enseñan los procesos de creación inacabados, en los que el coreógrafo y los bailarines comparten ese crecimiento creativo con el público. Además y gracias al apoyo de Atalak, en los últimos años hemos conseguido cimentar un poco nuestras relaciones con el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela de Vitoria-Gasteiz, con el que ahora compartimos todos estos laboratorios, en los que hacemos labores de mediación. Los estudiantes acuden al teatro, también las compañías para impartir masterclass, con lo que vamos tendiendo puentes para asegurar un poco la generación de audiencias. Esta colaboración entre el entorno creativo, exhibidor y formativo va abriendo los ojos a futuros creadores porque, dentro de la danza, hay muchas más opciones además de ser bailarín, la creación, la pedagogía o la danza inclusiva…

Testimonio
6 / 6

Martxel Rodríguez

25/08/2021

Pequeño gran cosmos de aprendizaje. Bucle finito.

Lugar de exploración corporal y de movimiento. Efervescencia y juventud.

Superación de miedos. Inicios y finales.

Beti, Siempre, Always

Dantzaz

 

Beti/Always/Siempre es difícil resumir un año en pocas palabras, más si cabe al tratarse de un año lleno de trabajo, generosidad, amistad, danza, alegrías y algunas pocas frustraciones. De esas, de las que aprendes y sales más fortalecido.

No serán fáciles de borrar recuerdos como el del 30 de julio de 2014, día en el que cumplí 24 años entre disfraces y ensayos. O la última función antes de volar a otros trabajos. O las horas de viajes y ensayos. O lo aprendido sobre el cuerpo, la danza, el sector de las artes vivas...

Todo para darnos cuenta de que, en el fondo, la vida está hecha para bailarla.